
En español la llamamos
Cuando se prohibió la caza de estas especies, la población se recupero lentamente y en 1971 la presencia de estas ballenas en Península Valdés ya había sido notada por los buzos que pescaban mariscos en el Golfo San José.
A comienzos de los ’90 se descubrieron los primeros ataques
de las gaviotas hacia las ballenas, picoteaban su lomo para que se puedan
alimentar de su piel y grasa. A partir de mediados de los ’90 estos ataques
provocaron que las ballenas cambien su comportamiento porque, para evitar los
ataques, pasaban menos tiempo en la superficie, es decir no se mostraban.
Esta especie de ballena a pesar de todo lo que se hizo para
cuidarla sigue estando en peligro, por eso debemos tratar de cuidarla
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